PRUEBAS
PRUEBAS
¡Hola! Soy Denis. En este recorrido vamos a revisar temas relacionados con distintas formas de violencia para poder identificarlas e incluso trabajar sobre ellas.
VIOLENCIAS
La violencia machista también mata varones
En enero de 2020, una ciudad balnearia de la provincia de Buenos Aires, caracterizada por la presencia de jóvenes durante las vacaciones, fue escenario de un crimen que produjo la muerte de un chico de 19 años. Un grupo de muchachos lo asesinó “a patadas” mientras se encontraba sin posibilidades de defenderse.
A partir de este hecho, nos preguntamos ¿qué características tienen en común los femicidios con el asesinato de este joven? Parecería que no mucho, salvo por la muerte producida en ambos casos.
En los femicidios, quienes mueren son mujeres y quienes asesinan son en general varones parejas o ex parejas de las víctimas. En el caso del balneario, la víctima era un varón y los asesinos también varones que no lo conocían.
Sin embargo, estos crímenes tienen más en común de lo que pensamos: la violencia machista. Se trata de una violencia que nos atraviesa casi de manera imperceptible a todas las personas desde que nacemos y que en determinadas circunstancias termina matando. Es cierto que en la mayoría de los casos la violencia machista mata mujeres, pero algunas veces también mata varones. Y ni siquiera varones gay. Simples varones, como Fernando.
Socialización violenta
Para entender mejor este concepto tenemos que ir bastante más atrás: a las infancias, cuando nos educan según seamos nenas o nenes de maneras bien diferenciadas. Si somos niñas, se habilita la sensibilidad, la empatía, la demostración de cariño y la habilidad para cuidar de otras personas. También se inhiben otras cuestiones relacionadas con el despliegue físico, por ejemplo.
A los niños, en cambio, se los impulsa a ser temerarios, a desplegar potencia física (con juegos violentos tipo piñas con el papá desde que tienen uso de razón), a competir con los otros, a ser ganadores. Y a no demostrar sensibilidad, no manifestar sentimientos de empatía, de dolor o de miedo, no parecer débiles. A la vez, se refuerza la idea de que lo femenino es “lo otro”, lo que no es como ellos y lo que no se debe parecer: “no seas maricón”, “llorás como una nena”, “dale, pegá fuerte, parecés puto”. ¿Cuántas veces escuchamos (o dijimos) estas frases a nenes de entre 3 y 12 años? Seguramente muchísimas.
Este mensaje se va internalizando y genera los mandatos que nos dicen cómo tenemos que vernos, cómo tenemos que comportarnos y qué es lo que tenemos que esperar de las otras personas para que encajen dentro de lo “normal”, de lo esperado.
En la adolescencia, determinados contextos potencian este mensaje violento. Ciertos ambientes deportivos o espacios de socialización masculina, tipo “patotas” o barras, acentúan la violencia y la intolerancia hacia cualquiera diferente: mujeres, homosexuales o varones que no pertenezcan al grupo, que sean de otro club, otro barrio, otra ciudad o, por supuesto, otra clase social.
La socialización violenta de una cultura machista y patriarcal genera formas de vincularse que son tóxicas y violentas tanto entre varones y mujeres como entre los mismos varones.
¿Cómo modificamos esto?
En la actualidad hay más posibilidad de visibilizar estas situaciones, de saber que no se trata de “impulsos naturales” o patologías que generan violencia en determinadas personas, sino de una cuestión cultural, aprehendida, y que como tal, puede modificarse.
Con educación, con voluntad política y con información, es posible generar una socialización basada en el respeto y la tolerancia. La ESI, la educación sexual integral que define la ley 26.150, tiene entre sus principales objetivos el de desarticular estos estereotipos de género en las infancias que establecen comportamientos, gustos y habilidades diferenciadas para nenes y nenas, y anulan y estigmatizan a quienes demuestran intereses u orientaciones diferentes.
Es importante comprender y aceptar que no hay superiores ni inferiores, que somos personas diferentes y que podemos expresarnos según nuestra singularidad, sin lastimar ni violentar. Que las cosas no se arreglan “a las trompadas”. Que hay otras formas de expresar la masculinidad.
Si como sociedad rechazamos de plano esta violencia machista, la reconocemos y aceptamos que hay que desarticularla, seguramente haya muchas menos muertes para lamentar. De mujeres principalmente, pero también de varones. Y ellos van a ganar la posibilidad de dejar de lado este mandato que los oprime, los violenta y en determinados casos hasta los mata.
Frente a situaciones de violencia pueden comunicarse y/o dirigirse a:
● 911 Línea de la Policía para Emergencias en violencia en todo el país.
● Línea 144 que brinda atención telefónica especializada a mujeres víctimas de violencia de género durante las 24 horas, los 365 días del año. Es anónima, gratuita y nacional.
● Línea 137 de atención a víctimas de violencia familiar y sexual atiende las 24 horas, los 365 días del año, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
● Comisarías de la mujer que funcionan en prácticamente todas las provincias del país.
● Programa “Las Víctimas contra las Violencias” Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación: 0800-222-3425.
● Programa de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia (AVM) Gobierno de la Provincia de Buenos Aires: 0800-555-0137.
● Oficina de Violencia Doméstica, creada en 2006 por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Atiende las 24hs los 365 días del año en Lavalle 1250 – CABA.
GLOSARIO
Amor romántico: esta idea sostiene que un vínculo amoroso nos completa (la idea de la “media naranja”), que no somos nada sin la otra persona y que encontrar a alguien “perfecto/a” es lo que nos haría realmente felices. Este tipo de relación es vista como ideal y se cree que debería durar toda la vida, y es lo que muestra la gran mayoría de las películas de príncipes y princesas o las comedias románticas del siglo XX, con parejas idealizadas que una vez que se encuentran mágicamente, no se separan jamás ni tienen ningún conflicto. Es un mito porque no existe en la vida real.
Bullying: se trata de cualquier tipo de acoso escolar psicológico, verbal o físico. Se da entre pares, tanto entre grupos que maltratan a un individuo como uno/a a uno/a. En el bullying no siempre hay violencia física, sino que puede ser hostigamiento verbal, bloqueo y manipulación social, extorsión, etc. Es clave la detección y desarticulación del bullying por parte de personas adultas como de los/las jóvenes y sus familias, ya que este tipo de acoso tiene profundas consecuencias psicológicas y afectivas a lo largo de la vida de las personas.
Consenso: es el acuerdo o conformidad de todas las partes en relación a un tema. Cuando, por ejemplo, “gana la mayoría”, no hay consenso ya que hay una minoría que no está satisfecha. Se habla de consenso tanto en las relaciones sexuales (las partes involucradas deben estar de acuerdo activamente en participar) como en muchos colectivos al momento de la toma de decisiones (donde todas las personas tienen voz y voto y se debe llegar a un consenso para tomar una decisión final).
Crimen pasional: es una manera “liviana” y antigua de hablar de los femicidios. Hasta hace pocos años en los medios de comunicación se hablaba de “crimen pasional” para hacer referencia (la gran mayoría de las veces) a un hecho en el que un hombre mata a una mujer con la que tiene o había tenido algún tipo de relación sexo-afectiva. Hoy en día, sabemos que los crímenes pasionales son en realidad femicidios y que deben ser entendidos judicial y socialmente como tales.
Femicidio: son asesinatos de mujeres relacionados con su género, perpetrados por varones. Consisten en crímenes de odio intencionales que suelen ser el fin de un continuo de violencias ejecutadas sobre la víctima (acoso, hostigamiento, amenazas, violencia física, violación). En la actualidad, la figura de femicidio está incluida en el Código Penal argentino, en la ley 26.791, como agravante del homicidio. .
Grooming: es un tipo de engaño de una persona adulta a una menor de edad con fines sexuales. La persona adulta de a poco se gana la confianza de la menor de edad (por lo general mintiendo acerca de su edad y de su género) iniciando una "amistad" con el fin de promover actividades sexuales. Puede iniciarse tanto personalmente como por Internet.
Naturalizar: usamos esta palabra para referirnos a conductas, valores o situaciones que tomamos como normales, como "naturales", cuando en realidad no lo son. “Desnaturalizar” estas cuestiones no significa afirmar que sean buenas o malas, sino que no son verdades absolutas y podemos cuestionarlas. Un ejemplo de naturalización es la costumbre de depilarse que tienen muchas mujeres occidentales: se ve como "normal" que la mujer no tenga pelos, cuando en realidad es una práctica social.
Neutralidad: significa no tomar partido en una situación o idea. Ser “neutral” implica no tener injerencia en una situación.
Sororidad: se trata de la hermandad conformada por mujeres.
Travesticidio/transfemicidio: así como los femicidios refieren a los asesinatos de mujeres en relación con su género, los travesticidios o transfemicidios son asesinatos de personas travestis o trans relacionados con su género, perpetrados en general por personas cis. Consisten en crímenes de odio intencionales que se relacionan con la subordinación extrema en la que viven los colectivos travestis y trans en la actualidad.
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